El equipo de búsqueda del International Fund for Animal Welfare (IFAW) trabajaba en la intersección del bulevar Pontchartrain y la calle 10, una zona con todavía al menos un metro de agua que impide el acceso a los vehículos.Con sus lanchas, lazos, redes y jaulas, los equipos salían a explorar con sus botes a motor. Y su cosecha desde este punto fue auspiciosa: tres perros y tres gatos.
Uno de los canes fue encontrado dentro de una casa, flotando sobre una mesa.
Desde que comenzó su tarea tras el huracán Katrina que devastó el Golfo de México, los equipos de rescate de animales han encontrado más de 4.300 mascotas distintas, que van desde iguanas hasta un cerdo, informó Christopher Cutter, gerente de comunicaciones de IFAW.
Específicamente IFAW ha rescatado dos pitones, dos hamsters, una iguana, un loro y otros siete pájaros distintos, además de 136 gatos y 147 perros y, por supuesto, el cerdo llamado Rudy.
Al recorrer las calles inundadas de Nueva Orleans, los perros están por doquier. Nadan en el fango, siguen a quien ven y, en su gran mayoría, lucen flacos y enfermos.
Los equipos civiles de rescate de personas habían interrumpido temporalmente este jueves su búsqueda puerta a puerta, al haber rastrillado ya toda la ciudad, mientras decidían cómo llevar a cabo un segundo recorrido, informó a la AFP J.G. Persinger, a cargo del equipo de la Guardia Costera.
Pero la búsqueda de animales no se detenía. De hecho, los rescatistas de mascotas tienen una autoridad que aquellos que buscan personas no poseen: la de ingresar a los hogares rompiendo lo que haga falta.
Desde Katrina los distintos equipos de rescate de animales, que trabajan en conjunto, han recibido 3.500 pedidos de búsqueda.
"Muchas personas debieron dejar sus casas a la fuerza sin sus
animales, otras creyeron que volverían en seguida", explicó Cutter.
"Ha sido increíble cómo hemos podido ayudar a que animales y
personas se vuelvan a reunir", dijo Anand Ramanathan, jefe de la división de IFAW en casos de desastres.
Cuando rescatan a los animales, incluyendo al cerdo, los rescatistas los meten en jaulas, en una casa rodante con aire acondicionado y mucho olor a pelo húmedo. Allí reciben el tratamiento médico necesario, con veterinarios como Helen Hirshberg.
"La mayoría llegan muy enfermos", explicó Hirshberg, de la American Society for Prevention to Cruelty to Animals (ASPCA).
De allí se los llevan en su gran mayoría a la localidad de Gonzales, cerca de Baton Rouge, donde en jaulas, dentro de un centro de exposiciones convertido en albergue de animales, esperan a que sus dueños vayan a buscarlos.