De la misma manera, quienes corten las orejas o la cola de sus cachorros podrían terminar pagando hasta US$600. "La civilización de una ciudad se mide con cosas como estas", explica Monica Cirinna, la concejal que propuso la normatividad."Hay que hacer lo que sea por nuestras mascotas quienes, a cambio de un poco de amor, llenan nuestra existencia con sus atenciones", agregó.
Vida digna
Las reglas intentan darle una vida más digna a los millones de mascotas y animales salvajes que viven en la capital italiana -incluyendo a 150.000 perros y 300.000 gatos-.
La ley prohíbe que las mascotas se queden en los automóviles durante el
verano, que se exhiban en mostradores y vitrinas de tiendas, y que sean utilizadas como premios en los concursos.
Los dueños de gatos no podrán cortarles sus uñas para fines estéticos, y las "gattares" -las señoras que alimentan a los gatos callejeros- recibirán apoyo de las autoridades.
Pero no sólo perros y gatos se benefician con las medidas: los peces, por ejemplo, ya no podrán habitar en peceras redondas, pues se considera que los vuelve ciegos.