"Tulio" era un adorable "quiltroberman" que vivía confinado y solo en el patio interior de la casa de sus amos en Talagante.
(Foto: David Velásquez - La especialista cuenta que las peleas entre sus amos pueden crear mascotas adictas al agua)
Un día, comenzó a morderse la cola y las patas y no paró más. Cuando llegó a la consulta de Astrid Concha, veterinaria y una de las pocas zoopsiquiatras
(especialista en conductas animales) del país, su cola era un muñón informe y
presentaba severas heridas en sus extremidades.
"Claramente, Tulio sufría un trastorno compulsivo porque su entorno era poco interesante, y automutilarse era su manera de llamar la atención. Entonces, primero le dimos medicamentos -fluoxetinas como el Ravotril o el Prozac-, para dar la primera señal de freno", cuenta esta profesional del Instituto Neurológico y Especialidades Veterinarias.
Después vendría la segunda parte del tratamiento, "una terapia conductual que partió con la colocación de un collar isabelino -esos conos gigantes- para que no siguiera mordiéndose. También se recetó paseos junto a un miembro de la familia, juguetes interactivos y la unión del patio interno con el antejardín, cosa que por último el perro se entretuviera ladrándole al cartero. Con eso logramos, al cabo de nueve meses, desviar su compulsión", asegura.
Si su mascota comienza a marcar la casa con orines, a hacer hoyos compulsivamente, deja de comer y se la pasa todo el día echado, se vuelve
agresivo, saliva extrañamente y vomita o se automutila, claramente está sufriendo un trastorno de ansiedad o una depresión.
- Claramente los amos son los culpables...
- Casi siempre, y pueden generar agresividad, ansiedades y depresiones en sus mascotas de diversas maneras: maltratándolos, apegándose demasiado a ellos para después dejarlos solos días enteros, haciéndoles cariño un día y al otro ignorándolos, manteniéndolos en lugares poco gratos. Incluso las peleas familiares pueden generarles trastornos de este tipo.
-¿O sea que si peleo con mi novia, el gato se estresa?
- Exacto y si deja de comer, se orina en todos lados o se rasca con las uñas
en un lugar que no es el habitual, quiere decir que estás peleando demasiado.
También puede adoptar otras actitudes sustitutivas, como la bulimia -con vómitos
incluidos- o la potomanía, que es cuando toman agua en grandes cantidades. Lo
más grave es cuando se empiezan a lamer compulsivamente o a morder. Y todo lo hacen para llamar la atención.
- ¿Los gatos se estresan menos que los perros?
- Sí, aunque un gato muy apegado a sus dueños puede desarrollar ansiedad por separación. Pero en general los perros son mucho más sociales, por lo que necesitan de un amo u otro perro que los acompañe. Y por eso son iguales que los niños, buenos para aprender mañas.