Siete asociaciones de animales encontraron en una finca de Portillo (Toledo) a 140 perros enfermos y hacinados. El hombre los había acumulado para intentar
salvarlos por la promesa que hizo a Dios.Sin embargo, la asociación protectora de animales FAPA señaló que esta promesa se convirtió en una
pesadilla porque llegó a acumular 140 perros, que malvivían en un cercado repleto de escombros, chatarra y desperdicios.
Al llegar a la finca, los defensores de los animales se encontraron con una situación "dantesca": cachorros muertos y comidos por otros perros. Llevaban días sin comer y bebían de aguas estancadas. Otros perros estaban heridos, con problemas de piel como sarna o dermatitis, delgadez extrema en muchos casos, parásitos, procesos víricos, etc.
Estaban heridos y famélicos
Además, varias perras protegían a sus cachorros del resto de los canes famélicos y los protectores de animales fueron testigos en el momento del desalojo de cómo a una perra le robaban sus crías mientras iba pariendo.
Este caso llegó el año pasado a oídos del Ayuntamiento de Portillo, que se vio desbordado por el problema y solicitó ayuda a la Junta de Castilla-La Mancha, sin obtener respuesta.
La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Portillo tomó la iniciativa. Ante el evidente problema sanitario para la población y de sufrimiento para los animales, el anciano accedió a la retirada de los canes. Sólo puso como
condición que los acogieran asociaciones protectoras de animales.